Os comparto la publicación del artículo, basado en una investigación hecha junto a José Ramon Saura, Miguel Ángel Rios Martin y Mariano Aguayo-Camacho, sobre cómo ir hacia una mejor comprensión de la intención de utilizar aplicaciones de salud móvil. Y es que en un entorno en el que cada vez hay más aplicaciones de salud móvil disponibles para su descarga y uso en dispositivos, todavía no se han realizado muchas investigaciones para comprender la intención de utilizar este tipo de aplicaciones.
Por ello, el propósito de este estudio ha sido investigar un modelo de aceptación de la tecnología (TAM) que ha sido especialmente diseñado para aplicaciones de atención primaria.
Metodología
Para realizar el estudio se creó un cuestionario con 24 preguntas sobre actitudes y comportamiento y 5 preguntas de clasificación de grupos. Las preguntas de clasificación eran de género, edad, trabajo, residencia y nivel educativo. El cuestionario se dividió en 3 secciones.
En una de ellas, los usuarios podían ver un vídeo sobre diferentes aplicaciones de salud móvil y probarlas. Un total de 12 apps que se podían encontrar en Google Play o Apple Store buscando sus nombres: my mhealth, Mhealth Medical App, MHealth, Babylon, HealthForYou, Medipal mHealth app, Walking: Pedometer, Medical ID: ICE, Symptom Tracker, ContinuousCare, Medical Record y ManageMyHealth. Todos los miembros de la muestra de miembros de la muestra fueron seleccionados porque indicaron que habían utilizado previamente aplicaciones de salud móvil y conocían su funcionalidad y trazabilidad.
También se les informó sobre las otras aplicaciones para que pudieran tener en cuenta las características adicionales que presentaban.
Los cuestionarios se distribuyeron en España, tanto en Madrid como en pueblos y ciudades de las regiones cercanas. El requisito previo para la muestra era que el usuario tuviera conectividad 4G o Wi-Fi a a Internet. En total, se recogieron 442 cuestionarios válidos de los entrevistados entre enero y febrero de 2020.
Resultados y conclusiones
Los resultados obtenidos en el estudio muestran la importancia de los hábitos saludables desarrollados mediante el uso de apps de salud. Además, las campañas de comunicación de estas apps deberían estar orientadas a trasladar la utilidad de la eSalud como agente transformador de actitudes. A medida que se obtienen más beneficios para la salud, la facilidad de uso es mayor.
Concluyendo, las aplicaciones de salud podrían utilizarse para predecir el comportamiento de los pacientes ante recomendaciones para prevenir pandemias como la COVID-19 o el SARS, y para hacer un seguimiento de los síntomas de los usuarios mientras permanecen en casa.
Las aplicaciones podrían utilizarse para predecir el comportamiento de los pacientes ante recomendaciones para prevenir pandemias como la COVID-19 o el SARS
Además, el género es un factor determinante que influye en la intención de utilizar este tipo de aplicaciones, por lo que tal vez podrían diseñarse diferentes interfaces y utilidades en función del género. Este estudio destaca la importancia de usar estas aplicaciones en un futuro para la atención primaria y para el seguimiento de enfermedades.
Podéis consultar el estudio completo en el siguiente enlace.